martes, 14 de julio de 2009


A Muñeca Garzón II
DE BESTIAS FERTILES E INUTILES COMBATES,
RÉQUIEM PARA LOS OSITOS CARIÑOSOS Y LA HETERONORMA

o Estelas caldeas de "La República" de Marte y Venus


Más que dos planetas,
dos universos existenciales.
Los habitantes de Marte
entrenados en el arte embriagador
de la guerra cuerpo a cuerpo,
esculpidos por las musas del dantesco Infierno.
Seres carnívoros y sedientos de lascivia.
Adiestrados para digerir a sus presas
entre vapores y lanzas humeantes.

More than two planets
two existential universes.
Mars inhabitants
coached in intoxicating art
of hand-to-hand war,
engraved by Muses of Dante's Hell.
Carnivorous beings and thirsty of lawdness.
trained for digesting their prey
Between vapors and fuming spears.

Espartanos iracundos del planeta escarlata.
Adanes curtidos por ritos fraternales.
Cuervos hambrientos de ardientes sudores y palpitaciones.
Alzados en armas olvidan caricias
cuando apuntan a las afroditas de aquel distante planeta.

Orgiásticas falanges hoplíticas
carcomidas por invasiones y guerras civiles.
Gastan artillería escribiendo la Historia,
olvidan camaradería por las estériles cruzadas
de esta guerra estelar.

Política de ocupación,
política de mestizaje,
deportación y balcanización,
y mil afanes tan o más insensatos que estos
para doblegar a un Otro inaccesible,
esas misteriosas amazonas partisanas,
mimetizadas con el paisaje,
dotadas de poderes insospechados
y armamento imperceptible.

Criaturas del todo ajenas
a los delirantes y bestiales
arrebatos de la virilidad socializada
entre miradas furtivas,
labios suplicantes
y falos tan húmedos como imponentes.

Así es como sucumbe Ares a cantos de sirena alienantes
que vomitan ríos de plaga, bocas hambrientas y confusión.
La fertilidad de Eva devora todo a su paso,
inmolación mediante,
doblegando anhelos y voluntades geométricamente
con una velocidad despótica.
Así castiga la profanación de sus templos
y el cautiverio de sus vestales.

Marte reacciona con sus fornidas centurias
arrasando los voluptuosos poblados de Venus
con todo tipo de aberraciones sexuales.
Y la guerra vuelve a comenzar,
una y otra vez cíclicamente
tras cada armisticio,
mientras los paradisíacos planetas,
envueltos en el fuego cruzado
de flechas y eyaculaciones,
se transforman lentamente
en inconmensurables desiertos
donde se desenvuelven
nuestras alegrías y pesares cotidianos.

Tragedia histórica la nuestra,
la paradoja
de una fornicación
que no ha conducido al amor (trans-revolucionario)
sino a la guerra (cis-imperialista).

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